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lunes, 29 de enero de 2018

Brownie de chocolate


La receta que os traigo hoy lleva azúcar moreno, el cual me gusta mucho, sobre todo por su sabor, entre otras muchas cualidades. Y como siempre la comida me trae algún recuerdo; al cerrar los ojos puedo ver a mi abuelita echando azúcar moreno en su taza de café, luego charlábamos largo y tendido. Me gusta tenerla presente siempre.
Volviendo al tema, dicen que el azúcar moreno es más sano, al conservar su color natural y no sufrir ningún proceso durante su blanqueamiento; pienso que aparte de eso tiene muchísimo más sabor, pero el azúcar blanco es también necesario, sobre todo para la repostería, así los merengues, natas y chantillí tienen un color más apetecible; así que cuando no afecta al color del postre, bizcocho o lo que fuera, prefiero usar siempre azúcar moreno. He comprado la marca Acor para ver que tal y la verdad muy bien, es de su empaquetadura de donde he sacado la receta, así que la he cogido, le he hecho unos pequeños cambios, eso sí respetando la esencia de la receta; es la primera vez que preparo un brownie, 😌 si bien es cierto el hacerlo me rondaba por la cabeza desde hace mucho. La receta no me ha decepcionado, creo que este año para mi cumpleaños que es dentro de poco, voy a hacer un brownie gigante en lugar de tarta. Todos los años le digo a mi marido: Este año me vas a comprar la tarta, porque no quiero hacer nada... al final se me olvida y siempre termino haciendo mi propia tarta o algún bizcocho. 😅
Aquí va la receta, buen día para todos soletes 😘

Ingredientes:

- 200 g de azúcar moreno
- 100 g de mantequilla a temperatura ambiente (sin sal)
- 100 de cacao en polvo desengrasado (He usado uno normal)
- 200 g de harina de fuerza
- 2 huevos a temperatura ambiente (tamaño L)
- 75 g de almendras picadas ( No le he puesto)
- 10 g de levadura en polvo, tipo royal  ( La he sustituido por gasificante, sobre morado y blanco)
- 1 cdta. de esencia de vainilla
- 1 chorrito de leche
- Azúcar glas para espolvorear

Preparación:

Poner la mantequilla en un recipiente a fuego suave hasta que se derrita. Removiendo bien añadir el cacao y la esencia de vainilla y dejar reposar aparte. Batir los huevos y el azúcar moreno. Mezclar bien la harina con la levadura, previamente tamizadas (cernidas) e ir añadiéndola poco a poco a la mezcla anterior, alternándola con la crema de chocolate. Añadir la leche, las almendras y remover.
En un molde engrasado verter la mezcla y meter en el horno previamente calentado a 180º durante 25-30 minutos aproximadamente. El horno se calienta por arriba y por abajo, al hornearlo solo calor por abajo. Una vez esté listo dejar enfriar y espolvorear con azúcar glas, servir en pequeñas porciones junto con helado o nata. Yo lo he comido solo y estaba de rechupete.  😁













martes, 23 de enero de 2018

Pan de maíz al estilo sureño



Hace unos días estaba mirando mi despensa y reparé en una bolsa de harina de maíz (polenta), y me puse a pensar que hacer con ella... y recordé una receta americana de pan de maíz al estilo sureño, al sur de Estados Unidos eso sí, la cual ya había preparado en dos ocasiones. Hoy quería curar mi corazón y que mejor forma que dandole alimento a mi estómago, y de paso alimento mi alma, con los recuerdos que trae consigo el maíz para mí... ya sea en mazorca, triturado, en pastel, etc. El maíz me recuerda a mi querida abuelita, y a su vez a una receta con la que quiero dar desde hace muchos años, porque a través del sabor tendré más cerca a mi querida Mamá Rosita... sé que algún día daré con esa receta y que la sentiré más cerca aún, a través del sabor del recuerdo. 😞
Mi abuela solía viajar mucho al cambio de estación, porque en Lima mi ciudad natal hace un frío húmedo, y eso la hacía huir de la capital nada más asomar el invierno, se refugiaba en provincia unos 4 meses y luego volvía a su verdadero hogar.
Su vuelta era el mayor acontecimiento en mi familia, llegaba ella y de su mano la primavera. Era la Rosa más bella de la primavera sin lugar a dudas.
Al volver de sus viajes, nos traía un montón de cosas, y entre ellas una cesta llena de pan, un pan muy especial, delicioso y que solo se encontraba en la tierra que la vio nacer. Intentábamos hacerlo durar al máximo, está claro que ese pan era muy resistente, lo conservabamos muy bien para que nos durara varios días y así poder disfrutar un poquito más de su exquisito sabor. Solo los bollos de aceite que prepara mi suegro para semana santa, que son típicos de Almuñécar-Granada, me recuerdan ligeramente a ese pan tan único.
Sé que algún día daré con la receta y la compartiré con vosotros.
Imaginar el sabor de ese pan me transporta por un instante a esos momentos llenos de felicidad que compartía con mi amada abuela, aunque nunca la llamé abuela, porque no le gustaba, ella prefería que le dijera "Mamá Rosita" y bien que se ganó el título de segunda madre, creo que nunca dejaré de echarla de menos, 😢 sé que ella no querría verme triste, así que por ella seré todo lo feliz que se pueda ser. Va por tí Mamá Rosita... 
Bueno ahora al lío con este pan, aunque yo lo llamaría pan-bizcocho, 😁 ahí va la receta bien explicada, un beso para todos 😘

Ingredientes:

- 250 ml. de buttermilk (240 ml. de leche entera u otra + 1 cda. de zumo de limón o vinagre de vino blanco)
- 2 huevos
- 50 g. de mantequilla sin sal derretida
- 1 cda. de miel 
- 250 g. de harina de maíz o polenta
- 2 cdtas. de azúcar glas
- 1/2 cdta. de sal
- 2 cdtas. de levadura en polvo (baking powder) tipo royal

Preparación:

Una vez listo el buttermilk, lo ponemos a refrigerar 10 minutos y reservamos.
Engrasamos un molde de 18 cm. de diámetro aproximadamente y lo ponemos a calentar junto con el horno a 220° C
Batimos el buttermilk con la mantequilla, la miel y los huevos, uno a uno.
Cuando tengamos una mezcla homogénea, añadiremos los ingredientes secos: Harina, levadura, azúcar glas y la sal, todo esto previamente tamizado o cernido. Mezclamos hasta obtener una masa lisa y sin grumos (batimos a velocidad baja) batir unos 3 minutos
Retiramos el molde vacío del horno, que ya debe estar ardiendo, e incorporamos la mezcla, que crepitará al echarla, esto formará una corteza crujiente en el fondo. Hornearemos unos 20 o 22 minutos, hasta que se dore la corteza y haya crecido. Retiramos del horno y dejaremos enfriar 5 minutos, luego desmoldaremos y listo para servir. Es ideal para acompañar guisos, estofados y más.






Así queda la masa después de batir todo





Esta foto es de 2015, que es como tiene que quedar 




Esta foto es de 2018, se me a apelmazado por varios factores, pero está buenísimo 😄




La receta no recuerdo de que blog la cogí, fue hace 3 años. Me suena que del Blog de Purpleandcakes, pero como ha borrado casi todo, salvo una receta, no puedo contrastarlo. 
          

Reflexión

Cada día comprendo más que no se puede ser feliz todo el tiempo, y mucho menos estar alegre siempre... no es malo sentirse triste, la triste...